Has
pensado alguna vez en este aspecto y el porqué en biblioteca
nos afecta a todos. A continuación se señalan dos
puntos que son importantes que influyen en el proceso de enseñanza
aprendizaje.
- Interferencia con la comunicación
El nivel del sonido de una conversación en tono normal
es, a un metro del hablante, de entre 50 y 55 dBA. Hablando a
gritos se puede llegar a 75 u 80. Por otra parte, para que la
palabra sea perfectamente inteligible es necesario que su intensidad
supere en alrededor de 15 dBA al ruido de fondo.
Por lo tanto, un ruido superior a 35 ó 40 decibelios provocará
dificultades en la comunicación oral que sólo podrán
resolverse, parcialmente, elevando el tono de voz. A partir de
65 decibelios de ruido, la conversación se torna extremadamente
difícil.
Situaciones parecidas se dan cuando el sujeto esta intentando
escuchar otras fuentes de sonido (televisión, música,
etc.). Ante la interferencia de un ruido, se reacciona elevando
el volumen de la fuente creándose así una mayor
contaminación sonora sin lograr totalmente el efecto deseado.
- Pérdida de atención, de concentración
y de rendimiento
Es evidente que cuando la realización de una tarea necesita
la utilización de señales acústicas, el ruido
de fondo puede enmascarar estas señales o interferir con
su percepción. Por otra parte, un ruido repentino producirá
distracciones que reducirán el rendimiento en muchos tipos
de trabajos, especialmente en aquellos que exijan un cierto nivel
de concentración.
En ambos casos se afectará la realización de la
tarea, apareciendo errores y disminuyendo la calidad y cantidad
del producto de la misma.
Algunos accidentes, tanto laborales como de circulación,
pueden ser debidos a este efecto.
En ciertos casos las consecuencias serán duraderas, por
ejemplo, los niños sometidos a altos niveles de ruido durante
su edad escolar no sólo aprenden a leer con mayor dificultad
sino que también tienden a alcanzar grados inferiores de
dominio de la lectura.
La
habituación al Ruido
Se han
citado casos de soldados que han podido dormir junto a una pieza
de artillería que no cesaba de disparar o de comunidades
que, a pesar de la cercanía de un aeropuerto, logran conciliar
el sueño, aun cuando éste sea de poca calidad. Es
cierto que a medio o largo plazo el organismo se habitúa
al ruido, empleando para ello dos mecanismos diferentes por cada
uno de los cuales se paga un precio distinto.
El primer mecanismo es la disminución de la sensibilidad
del oído y su precio, la sordera temporal o permanente.
Muchas de las personas a las que el ruido no molesta dirían,
si lo supiesen, que no oyen el ruido o que lo oyen menos que otros
o menos que antes. Naturalmente tampoco oyen otros sonidos que
les son necesarios.
Mediante el segundo mecanismo, son las capas corticales del cerebro
las que se habitúan. Dicho de otra forma, oímos
el ruido pero no nos damos cuenta. Durante el sueño, las
señales llegan a nuestro sistema nervioso, no nos despiertan
pero desencadenan consecuencias fisiológicas de las que
no somos conscientes: frecuencia cardiaca, flujo sanguíneo
o actividad eléctrica cerebral. Es el llamado síndrome
de adaptación.
-
Hablar a los gritos
- Escuchar música más fuerte de lo necesario
- Escuchar música en ambientes ruidosos; esto llevará
inevitablemente a subir más el volumen para tratar de "tapar"
al ruido, aumentando en realidad el barullo general
- Aceptar sin hacer nada que un compañero, o cualquier
otra persona provoque ruidos o hable con mayor volumen.
“EL
RUIDO NOS AFECTA A TODOS”
Acceso
acerca del tema
URL:
http://www.ruidos.org/Referencias/Ruido_efectos.html
Bibliotecóloga
Srta. Edith Hernández
Atentamente
Sistema de
Bibliotecas UACh
Fecha
Publicación: 21/05/2005